El bruxismo, deriva etimológicamente del griego βρύχειν brýchein, que significa rechinar los dientes. Se trata del acto de apretar o chirriar los dientes de forma involuntaria. Se estima que aproximadamente un tercio de la población mundial aprieta los dientes en mayor o menor medida, de forma habitual e involuntaria. Afecta por igual a hombres y mujeres y su incidencia va disminuyendo con la edad.
Causas el Bruxismo
El bruxismo puede ser secundario a distintas enfermedades neurológicas, psiquiátricas, trastornos del sueño, consumo de drogas, etc.
Pero en la mayoría de los casos no se encuentra un trastorno asociado. En estos casos hablamos de bruxismo primario o idiopático. No está del todo aclarada su causa pero parece que en su origen confluyen dos tipos de factores:
- Por una lado una posible alteración oclusal, es decir, en la manera de morder, que no sea del todo perfecta.
- Por otro lado, un mecanismo de adaptación y control de la ansiedad y el estrés, tan prevalente en nuestros días.
Consecuencias el Bruxismo
- Desgastes en los dientes.
- Pérdidas de esmalte o abfracciones que parecen caries en los cuellos pero no son tales.
- Hipersensibilidad por el apretamiento mantenido en el tiempo.Sobrecarga de la musculatura orofacial, se produce dolor en diferentes regiones faciales, en la frente, en las sienes, etc. Muy frecuentemente, el dolor se extiende al cuello y espalda.
- Afectación de la articulación témporo-mandibular o ATM, que une la mandíbula con la base del cráneo. Esto da lugar, en estadios iniciales, a molestias por delante de los oídos y chasquidos. Pero, si avanza el proceso, se puede producir verdaderos bloqueos que impidan la apertura correcta.
¿Cómo podemos solucionar el Bruxismo?
Ante todo, tenemos que tener presente que el bruxismo, en si mismo, no representa una enfermedad, por lo que debemos estar tranquilos. Desde luego no supone una urgencia, aunque sí se debe valorar y manejar. El objetivo del tratamiento no es evitar el bruxismo en sí mismo, que depende en gran medida des sistema nervioso central, sino todas las alteraciones y efectos negativos derivados del mismo y que hemos explicado más arriba.
Acudiremos a nuestro especialista y nos evaluará convenientemente. La recomendación inicial más habitual es una férula de descarga tipo Michigan, a medida y de un material rígido. Con ella, no se evita el bruxismo pero sí el desgaste en los dientes derivado del mismo, y ayuda a que la musculatura no se contracture con el apretamiento, por lo que puede mejorar el dolor asociado. Además enmascara las posibles alteraciones oclusales.
A veces, la férula no es suficiente o será necesaria la evaluación de un cirujano maxilofacial para descartar o manejar patología asociada. Sobre todo cuando ya hay afectación de la ATM con chasquidos, dolor articular o limitación de la apertura de la boca.
Algunos pacientes pueden ser candidatos a tratamiento ortodóncico para mejorar la mordida. En otros casos, será necesario el manejo por parte de un fisioterapeuta especialista en ATM.
En este caso el abordaje multidisciplinar garantizará una mejor evolución del paciente.
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